Mi camino hacia la educación emocional no fue planeado, fue el destino el que me trajo aquí.  Desde siempre, he sentido un profundo compromiso por el bienestar de los niños. Ese compromiso creció con cada desafío que enfrenté en mi vida personal y profesional.

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Hace años, una enfermedad grave me obligó a mirar hacia dentro. Entre la incertidumbre y el miedo, descubrí el poder de las habilidades emocionales. Aprendí que, aunque no siempre podemos controlar lo que nos pasa, sí podemos decidir cómo enfrentarlo. Esta lección cambió mi vida y mi forma de entender el mundo.

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Más tarde, la bendecida llegada de mi hija, desafiando todos los pronósticos médicos, reafirmó mi propósito: dar a los niños las herramientas que necesitan para enfrentar los desafíos de la vida con confianza.

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Mi misión es ayudarte a construir en tus niños estas mismas

habilidades, que puedas guiarles en la gestión y la regulación

de sus emociones. Esta es mi razón de ser, y estoy comprometida

a hacer una diferencia positiva en sus vidas y también en la tuya.

 

Como orientadora escolar y familiar, he trabajado durante más de

20 años acompañando a niños, familias y docentes. Conozco de

primera mano las dificultades que enfrentan y lo abrumador que

puede ser no saber por dónde empezar. Mi experiencia personal

y profesional me permite ofrecer soluciones prácticas, accesibles

y, sobre todo, efectivas.

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Estoy aquí para ti, para hacer más fácil tu vocación y tu labor

educadora, así que te invito a quedarte y contar conmigo en

este proceso donde vamos a seguir creciendo juntas.​​