El tema de la disciplina en el aula, presencial o virtual, es una de las preocupaciones que más estresan a las profes y más trabajo nos genera a las Orientadoras. Eso sin hablar de los padres y los coordinadores... En fin, la disciplina es uno de esos temas pesados que siempre está en la mira de todos.

Existen técnicas comprobadas que si son bien usadas pueden mejorar muchísimo la conducta de tus niños dentro y fuera de la clase, muchas de ellas basadas en la teoría cognitiva conductual. Sin embargo, hoy quiero compartir contigo 3 tips sencillos de aplicar que pueden funcionar, sin hacer muchos cambios ni implementar programas complicados.
1. Anticipación
Una estrategia que he aprendido y que funciona muchísimo, no sólo con los niños que presentan comportamientos inadecuados, sino también con los que tienen necesidades educativas particulares es el manejo de las conductas esperadas. Se trata simplemente de informar a los niños acerca de las conductas que yo como maestra, como orientadora o como mamá espero que ellos tengan en una situación determinada.
Anticipar lo que viene y lo que ellos deben o no deben hacer. Con claridad suficiente. Sin rodeos: debes estar sentado, debes levantar la mano, debes mantener silencio, debes seguir mis instrucciones y a continuación explicar qué ocurrirá si asume otro comportamiento. No basta una vez, debe hacerse todos los días. Puede ser en la mañana, pero yo soy de las que prefiere recordarlo cada que iniciamos una nueva actividad de diversas formas. No toma más de 3 minutos y nos da tranquilidad y seguridad a todos.
Por si acaso, te dejo un enlace a mis recursos listos para usar en el trabajo sobre conductas esperadas.
2. Participación
Permite y promueve la participación de todos tus estudiantes a lo largo del día. Sucede que algunos participan más que otros voluntariamente. También sucede que obligamos a algunos a participar en lo que más se les dificulta con la buena intención de ayudarles a mejorar o porque son los que están exhibiendo conductas inadecuadas que entorpecen la clase.
Aquí se trata de cambiar de estrategia. Usa 5 minutos al empezar el día para conversar sobre un tema que sea común para todos: qué hicieron el fin de semana, qué animales les gustan, qué quieren ser cuándo crezcan, qué súper poder les gustaría tener, etc. También puede ser que los uses para trabajar en educación emocional, lo que sería aún mejor. La idea es que en ese espacio le des la palabra a todos los que quieran hablar, no sólo a los juiciosos o a los sobresalientes.
Al tratarse de temas generales, sin evaluación, aquellos que no se suelen sentir incluidos, podrán participar y se sentirán parte del grupo. Eso hará que se apropien de las normas con más facilidad ya que tendrán más sentido de pertenencia al curso o clase. Si quieres probar alguna de mis actividades de conversación, ingresa aquí.
3. Vínculo

Este tal vez es el tip más obvio, pero lamento decir que también es el menos aplicado. Crear y fortalecer vínculos afectivos con tus estudiantes es la primera tarea que debería preocuparte. Si niñas y niños se sienten acogidos, bien recibidos, reconocidos y valorados por lo que son (no por lo que hacen), ya tendrás más de la mitad del terreno ganado.
Puede ser que no tengas tiempo suficiente para conversar con cada uno de ellos a diario, pero sí puedes dedicar un tiempo especial para el saludo y/o la despedida individual. Puedes aprovechar mientras trabajan en sus puestos para acercarte y elogiar su puntualidad, lo bien que lo hacen, cómo han mejorado o simplemente poner tu mano en su hombro y sonreír. Felicitarlos por su cumpleaños o preguntar por una situación importante en sus vidas también funciona.
También es interesante que te acerques a sus familias, que conozcas a aus padres o cuidadores, que sepas acerca de los eventos importantes que están viviendo, una palabra de apoyo o de reconocimiento siempre viene bien.
¿Qué opinas? ¿Has practicado alguno de estos tips? ¿Te funcionan?
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