8 CLAVES PARA CONECTAR EN MEDIO DE UNA RABIETA O CRISIS EMOCIONAL
- Ps. Catalina Morales
- 3 ene
- 4 Min. de lectura
¿Te has sentido alguna vez desbordada frente a una rabieta o una explosión emocional de tus hijos o estudiantes? Esos momentos de llanto, gritos o frustración pueden hacerte sentir impotente, pero también son una oportunidad para fortalecer el vínculo emocional con ellos.

¿CÓMO CONECTAR EN MEDIO DE UNA RABIETA O CRISIS EMOCIONAL?
Conectar emocionalmente con tus niños en medio de una crisis no solo les brinda seguridad, sino que también les enseña a regular sus emociones y a confiar en ti como su apoyo incondicional. En este artículo, descubrirás estrategias prácticas y efectivas para convertir el caos en una oportunidad de conexión y crecimiento.
1. Entiende lo que realmente sucede
Los niños, especialmente en edades tempranas, no siempre tienen las herramientas para expresar lo que sienten de manera verbal. Las crisis emocionales suelen ser una forma de comunicar algo que no pueden decir con palabras: hambre, cansancio, frustración o la necesidad de atención. Antes de reaccionar, hazte estas preguntas:
¿Qué podría estar sintiendo el niño en este momento?
¿Qué factores externos o internos podrían estar influyendo en su comportamiento?
Cuando validas sus emociones en lugar de minimizarlas (“Entiendo que estás muy molesto porque no te dejo comer otro dulce”), les das permiso para sentirse seguros al expresar lo que sienten.
2. Cálmate primero, lidera después
Tu estado emocional impacta directamente en el de tus niños. Si reaccionas con gritos o frustración, aumentarás la intensidad de la crisis. En lugar de eso, practica estas técnicas:
Respira profundamente: Inhala contando hasta 4, mantén la respiración por 4 segundos y exhala en 4 segundos. Repite hasta sentirte más tranquila.
Usa un mantra interno: Repite frases como “Esto es temporal” o “Puedo manejar esto”.
Cuando te muestras serena, modelas cómo manejar el estrés y les das una sensación de seguridad.
3. Conéctate antes de corregir
Antes de intentar enseñar o disciplinar, prioriza la conexión. Los niños necesitan sentirse escuchados y entendidos antes de estar dispuestos a escuchar. Aquí tienes algunas formas de lograrlo:
Baja a su nivel: Ponte a su altura para que el contacto visual sea menos intimidante.
Refleja sus emociones: Di algo como “Parece que estás muy enojado porque no podemos ir al parque hoy. Es difícil cuando las cosas no salen como queremos”.
Toca suavemente: Un abrazo o una caricia puede ayudar a calmarlos y recordarles que estás ahí para ellos.
4. Usa el poder del juego
El juego es el lenguaje natural de los niños. En medio de una crisis, una actitud lúdica puede desactivar la tensión y abrir las puertas a la conexión. Por ejemplo:
Transforma la situación en un juego: Si tu hijo no quiere ponerse los zapatos, podrías decir: “¿Crees que estos zapatos tienen magia para saltar como un conejo?”.
Usa el humor: Una risa compartida puede cambiar el estado emocional de ambos rápidamente.
El juego no solo calma, sino que también fortalece el vínculo afectivo.

5. Pon palabras a sus emociones
Ayudar a tu niño a identificar y nombrar sus emociones es un paso clave para la regulación emocional. Puedes decir:
“Parece que estás triste porque no puedes jugar más tiempo”.
“Te sientes frustrado porque no lograste hacer la torre como querías, ¿verdad?”
Esto no solo les ayuda a entender lo que sienten, sino que también les da herramientas para expresarlo en el futuro de manera adecuada.
6. Establece límites con empatía
Conectar emocionalmente no significa ceder a todas las demandas de tus niños. Los límites son necesarios, pero pueden establecerse de manera respetuosa:
Explica el porqué del límite: “No puedes ver más dibujos animados porque es hora de cenar y descansar para mañana”.
Ofrece opciones dentro del límite: “Puedes elegir si quieres cenar pollo o sopa”.
Mantén la calma: Los niños son más propensos a aceptar límites cuando se sienten comprendidos y respetados.
7. Refuerza el vínculo después de la tormenta
Una vez que la crisis ha pasado, es importante reconectar para fortalecer la relación y consolidar el aprendizaje:
Valida lo que ocurrió: “Fue un momento difícil para los dos, pero lo superamos juntos”.
Hablen sobre lo sucedido: Pregunta: “¿Cómo te sentiste cuando no podíamos ir al parque? ¿Qué podríamos hacer diferente la próxima vez?”
Refuerza el amor incondicional: Asegúrales que los amas y los comprendes, incluso cuando están enojados o tristes.
8. Cuida de ti misma
Conectar emocionalmente con tus niños requiere energía y paciencia. Es fundamental que también priorices tu bienestar:
Encuentra tiempo para ti: Dedica unos minutos al día para actividades que te recarguen, como leer, meditar o caminar.
Pide apoyo: Habla con amigos, familiares o profesionales si te sientes sobrecargada.
Recuerda que eres suficiente: Ser madre,maestra, cuidadora es un aprendizaje constante, y cada esfuerzo que haces cuenta.
Conectar en medio de una rabieta o una crisis emocional es un acto de amor y compromiso con tus niños que impacta profundamente en su desarrollo emocional. Aunque no siempre es fácil, recuerda que cada crisis es una oportunidad para enseñarles habilidades esenciales y fortalecer el vínculo que comparten. La próxima vez que enfrentes un momento difícil, pon en práctica estas estrategias y observa cómo, poco a poco, el caos se transforma en conexión.
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