En los últimos años se ha dado gran relevancia a los conceptos de inteligencia emocional y educación emocional sobre todo, en el ámbito educativo. Ambos términos están estrechamente relacionados con el desarrollo y el bienestar integral de los niños, y son fundamentales para ayudarles a comprender y gestionar sus emociones, así como a mejorar su relación consigo mismos, su capacidad de afrontar las situaciones difíciles y también sus relaciones con los demás.
La inteligencia emocional se define cómo la capacidad de identificar, comprender y regular nuestras emociones y las de los demás. Fue propuesta por Daniel Goleman en su libro "Inteligencia emocional", donde la define como una habilidad fundamental para el éxito en la vida, tanto a nivel personal como profesional. de acuerdo con este autor, los componentes de la Inteligencia emocional son: la conciencia emocional, la regulación emocional, la motivación, la empatía y las habilidades sociales.
La educación emocional, por otro lado, tiene que ver con el proceso de enseñar a los niños a comprender, expresar y regular sus emociones, así como a desarrollar habilidades sociales y emocionales que les permitan relacionarse de manera efectiva con los demás. Además de enfocarse en el aprendizaje de habilidades sociales y emocionales, también tiene como objetivo fomentar el desarrollo de una actitud positiva hacia la vida y hacia sí mismo.
Ambos conceptos son relevantes en el desarrollo integral de los niños y niñas en edad escolar, ya que les ayudan a comprender y gestionar sus emociones de manera efectiva. Durante esta etapa de la vida, los niños deben enfrentar una gran variedad de experiencias y situaciones difíciles o desbordantes y necesitan herramientas efectivas para poder lidiar con ellas de manera adecuada.
Por ejemplo, si un niño se siente frustrado o enojado porque no puede resolver un problema, la inteligencia emocional le ayudará a reconocer y comprender sus emociones, y la educación emocional le proporcionará las herramientas para regularlas de manera efectiva. Si el niño aprende a regular sus emociones de manera adecuada, es menos probable que reaccione de manera impulsiva o que se sienta abrumado por las emociones negativas.
Además, la inteligencia emocional y la educación emocional también son importantes para mejorar las relaciones interpersonales de los niños. Durante la etapa de primaria, los niños comienzan a desarrollar habilidades sociales y emocionales que les permiten interactuar de manera efectiva con los demás. Si los niños aprenden a reconocer y comprender las emociones de los demás, y a comunicarse de manera efectiva, pueden mejorar significativamente sus relaciones interpersonales y su bienestar emocional en general.
INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EDUCACIÓN EMOCIONAL EN EL AULA DE PRIMARIA
Actualmente, muchos educadores han comenzado a reconocer la importancia de la inteligencia emocional y la educación emocional en el desarrollo de los niños.
En lugar de centrarse exclusivamente en el aprendizaje académico, muchos maestros y educadores están incluyendo la educación emocional en sus programas de enseñanza. Algunas escuelas incluso han comenzado a implementar programas específicos de educación emocional, con el objetivo de ayudar a los niños a desarrollar habilidades emocionales y sociales de manera efectiva.
BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL EN EL AULA
La incorporación de la educación emocional en la enseñanza de la primaria tiene varios beneficios:
1. En primer lugar, puede mejorar significativamente el bienestar emocional y psicológico de los niños. Si ellos aprenden a comprender y regular sus emociones, tendrán menos posibilidades de sufrir de ansiedad, depresión o estrés. Además, también puede mejorar la autoestima y la confianza de los niños, lo que facilita la resolución de conflictos y el afrontamiento de los retos y desafíos que se presenten en su día a día.
2. La educación emocional también puede ayudar a mejorar el rendimiento académico de los niños. Muchos estudios han demostrado que los niños que tienen un buen manejo emocional y social tienen mejores resultados académicos que aquellos que no lo tienen. Si los niños pueden regularse y relacionarse adecuadamente, es más probable que se concentren en sus estudios y alcancen el éxito académico.
3. Otro beneficio importante de la educación emocional es que puede mejorar significativamente las relaciones interpersonales y la conducta de los niños. Cuando los niños aprenden a gestionar sus emociones y su conducta podrán comunicarse mejor y resolver los conflictos positivamente. Además, la educación emocional también puede ayudarlos a desarrollar otras habilidades importantes, como la empatía, la cooperación y el liderazgo.
En conclusión, la inteligencia emocional y la educación emocional tienen un gran impacto desde las primeras etapas de la vida, especialmente, durante la escuela primaria. Si les enseñamos a nuestros hijos y estudiantes a reconocer, comprender y regular sus emociones de forma saludable, será más fácil que alcancen el éxito en su vida personal y profesional, por eso es necesario que familias y educadores aportemos un granito de arena en su formación, empezando por lo más complejo: formarnos nosotros mismos para poder modelar las conductas y estrategias que esperamos ver en ellos.
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FUENTES BIBLIOGRÁFICAS
Goleman, D. (2013). Inteligencia emocional. Kairós.
Bisquerra, R. (2009). Educación emocional y bienestar. Editorial Praxis.
Martínez, C. (2013). Inteligencia emocional en educación. Editorial Síntesis.
Fernández-Berrocal, P. & Extremera, N. (2016). Inteligencia emocional: fundamentos teóricos y evidencia empírica. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 3(1), 67-74.
García-Sancho, E. & Salguero, J.M. (2015). Desarrollo de la inteligencia emocional en la educación. Revista Complutense de Educación, 26(1), 47-64.
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